7ª PRINCIPIO: sí al fortalecimiento que acumula fuerza, no al debilitamiento
cuerpo - derechos - violencia de la fuerza
Debes crear un cuerpo de esencia superior, un primer movimiento, una rueda que gira sobre sí misma, un creador.
FFNN
La mejor muerte es la que consagra, la muerte que es un aguijón para los vivos. FFNN
El hombre tiene tantos derechos como fuerza. SPINOZA
No existen, ni los dioses, ni los derechos. Si te falta la fuerza, ningún todopoderoso te la dará, tampoco nadie te la ha quitado. FFNN
La reforma de la sociedad no es una cuestión de principios, sino de fuerza. FFNN
Donde falta la fuerza, desaparece el derecho, donde reaparece la fuerza, el derecho vuelve a resplandecer. BARRÉS
Todo lo que se hace en estado de debilidad fracasa, moral: no hacer nada. FFNN
No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma. PITÁGORAS
Este principio toca uno de los aspectos más populares de la filosofía de Nietzsche: su crítica radical a la moral cristiana. La debilidad no debe concebirse como algo positivo sino que ha de ser considerada un defecto a superar.
Pero no hay que concebir la fuerza como sinónimo de fuerza física. La fuerza para Nietzsche es la fuerza del espíritu, la fuerza del apasionado. En este sentido la fuerza se refleja más en la mirada que en el músculo. Ahora bien, tampoco hay que rechazar la fuerza física porque normalmente esta suele ser una manifestación más de la fuerza de espíritu. Rechazar el fortalecimiento físico es a menudo un síntoma de debilidad. Además la debilidad física puede reducir la fuerza de espíritu, por esta razón debe ser rechazada. De la misma forma ha de rechazarse un entrenamiento físico excesivo que nos suponga una pérdida de fuerza espiritual.
La violencia de la fuerza no busca satisfacción en el mal ajeno porque goza en sí misma. FFNN
Este aforismo es clave para entender el concepto de fuerza. La fuerza que busca la venganza o que busca debilitar al otro, es la fuerza del débil. El fuerte de espíritu no tiene como objetivo aumentar la debilidad física, pero tampoco tiene como objetivo la fuerza física; simplemente se fortalece físicamente cuando despliega su pasión/energía.
Aunque efectivamente la fuerza del fuerte puede hacer daño, este es un efecto indirecto, colateral, involuntario, no había intencionalidad sino una manifestación natural de la propia fuerza. Obviamente esta última afirmación es peligrosa y da lugar a situaciones indeseables. Hay que ser muy cuidadoso para compaginar esta idea de autocontrol de la que hablaré en el próximo principio. Me explico: una manifestación de fuerza que provoque o aumente la debilidad ajena, podría considerarse contraria a este principio. Es decir, si tu fuerza tiene unos efectos negativos en los demás que les hagan reaccionar revirtiendo contra el causante en forma de violencia de la debilidad, no es deseable. Por lo tanto hay que rechazar la manifestación incontrolada e irracional de fuerza que lleva incluso al auto perjuicio.
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